Novoartess: P&c
¡Cámara nueva de segunda mano!
Párrafos sin letra…
Párrafos sin letra…
Novoartess: P&c
¿Mini y, poco profesional…?
“¡Valla siglo nos espera!”
Podríamos decir que el siglo XXI es el siglo del egocentrismo. Del culto al cuerpo. Del cuidado y amor inmensurable a las mascotas. El siglo en el que serán primero uno mismo, segundo uno mismo, y tercero el mismo. Luego sus mascotas ´hijos o animales´, y por último sus padres, abuelos, hermanos, familia.
Señores, los hechos son los hechos. Esos hechos que son tan necesarios para diferenciarnos del resto de las especies puesto que se entiende que , ´somos humanos´. Es necesario que se olviden un poco de sus de sus egolatrías…, de su ´gran ego´.
Espero no haberos aburrido demasiado con este discurso tan poco profesional y cargado de mis, pareceres.
Novoartess P&c
¡Oscuridad!, por no decir otra cosa…
“Contaremos alguna verdad”
Ahora que dispongo de tiempo,
ando un tanto sobrada de idioteces.
Te cuento unos cuantos venenos,
tan grandes, como, no se merecen.
Por las rías corren sacos de harina,
estreñidos andan todos los peces.
Los cuervos están que no atinan,
ya tenemos mascotas que no crecen.
Me encuentro con unas langostas,
vistiendo como hermosas garzas;
con ganas de ponerse hasta las botas,
se comieron cien milhojas de nata.
Terminaron con encajes y togas
convertidas en dulces damas.
Encontraron un tocino, de joya,
que cargaba con más de mil patas.
Acudieron a la fiesta, de improviso,
dos legiones de pasadas ensaimadas.
En mitad de la fiesta llegó un aviso.
Huesos de aceitunas volaban.
Las anchoas de la lata no se fueron,
sólo a mí me acompañaban.
De la nada se presenta un fardo hueco,
disfrazado de una estimada, ‘Tomasa’.
Se escuchaban unas risas flojas,
convirtiéndose en ríos de lágrimas.
Enfurecida habló la ‘ Tomasa’, ya roja:
de verde azulón teñía su mirada…
Cambiaba de semblante por arte de magia,
luciendo tonos variopintos y tonalidades.
Acabó verde colérica, caduca y agria.
Volaron seis palomas y, volaron sus males.
No es de cuento que cuente historias.
Esta es una más de mis mandangas.
Subámonos a la fastuosa noria,
nos encantan los cánticos de cigarra.
Apestando a col y con ambrosías,
terminamos todos con el culo ensillado.
Salen cuatro santos con sus porfías,
como arcilla rumiando en el campo.
Parra alguien, algo distinto defiendo,
quedándome pocas ganas o sabiduría
cuento tontunas, retrancas os dejo.
¡No mames güey!, que monto una curia.
¡Oscuridad!, por no decir otra cosa…
Surcan submarinos por los cielos.
Por los mares calcetan las morsas,
los cementerios fabrican hielo.
Mi cuerpo emite un extraño pedo,
las morcillas piden soltar papas.
Corro para vomitar más no puedo,
toca irse hasta el campo, entre patatas.
Don Roca me echó, ¡ de mí propia fosa!
A todas las tapas les echó el cerrojo.
Me pregunto…, ¿ a qué viene tal cosa?
Descubro que tiene fiesta con el enojo.
Descontento con todo y descompuesto,
descubro un fardo entre las patatas.
Rebosaban los percebes, ¿ qué mierda es esto?
¡Caga mucho mirlo por allí, acá, y allá!
Se pudren los meros en tierra,
los corderos se echan a la mar.
Me resigno con la hoja de una higuera,
para más no da el papel de liar.
LA FALTA DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Me obliga a hacer esto! Lo que escribo lo entienden muy pocos, por no decir nadie…
Novoartess P&c
Cuando asoman los sentidos.
“Tinta en la pantalla, tinta que no es tinta”
Clavada en la tinta negra
mi pluma traza un camino.
Historias perdidas por las eras,
como cualquier sueño mío.
Sus alas vuelan sin cesar
sobre una superficie en blanco.
Dejando tiempo para el pensar,
que yo invento con agrado.
De su punta brotan versos
que hablan con dispersa pasión.
Versátil y desconcertante universo
dormido detrás de un oscuro guion.
Pluma compañera que se acelera,
para acompañarme en mis tristezas.
También en las risas y a su manera,
desprendiendo tintes de poeta.
Así, cuanto expresan mis palabras,
con el trazo de ésa mi pluma,
aunque narre como no esperas
será mi sentir el que asoma.
Novoartess: P&c
Como te lo cuento, así te lo cuento.
“El arte tiene vida propia”
Estaba así un violín, adosado a un muro de piedra. Este violín era teniente de la oreja derecha, manco de su mano izquierda. Y con sus cuerdas rotas, sobresaliendo del muro y a medias de emparedarse del todo.
El violín en voz baja repetía su desdicha, como se repite una letanía.
_¿Por qué me han metido aquí? Este no era mi sitio. El sitio propicio para mí es la noche del entierro de la sardina; el día en el que daría lo mejor de mí mismo. De morirme del todo preferiría que fuera en una fiesta por todo lo grande, muriendo a carcajada limpia. Verdaderas o falsas me da igual ¡ total que más daría!, pero acabar así de esta manera, no es igual para nada.
Con lamentos pasaba los días, las noches las pasaba roncando, hasta que transcurrió un tiempo. Este tiempo fue esencial para darse cuenta de que, lo de hablar a solas, conducía a ninguna parte.
Se le dio por alzar la mirada y, por fin, calló su letanía.
En frente del violín había otra columna de piedra en la que habían emparedado a la mitad de un paraguas. Al paraguas lo tenían, nada más y nada menos que, recogiendo las aguas de otros paraguas.
El violín enfocó todavía más la mirada…, allí estaba la placa que daba fe de su servicio, y avisaba.
Al contemplar tal situación, suelta el violín una tremendísima carcajada y, con recochineo, le dice al paraguas:
_ ¡Menuda importancia! ¡menudo diseño!
A lo que el paraguas respondió congestionado:
_ A buenas horas te burlas, cuatro pelos. Por lo menos ya has hablado; has levantado la mirada , ¡teniente, manco y tuerto! Yo no he parado de hablarte desde que te trajeron y, tú, jamás me has dirigido la palabra. Estabas tan absorto con tus desgracias que, no veías más allá que para tus cuatro pelos danzando con dificultad al viento. ¡ Mirame a mí!, aquí me tienes cabeza abajo. Y para más recochineo, los paraguas que llegan me meten la lluvia debajo o por dentro. No sé ni como contarlo siquiera, pero, como te lo cuento, así te lo cuento. Para que veas que no guardo rencores, ni tampoco me quedo con los lamentos.
Del revés me han dejado: ni para ti ni para mí, ni abierto ni cerrado. ¡Las historias que tiene que vivir un paraguas…! Tranquilo, violín de pocas cuerdas. ¡Miralo por el lado bonito! Despertamos risas, creamos admiración, podemos sacar partido de las caras de circunstancia, de las muecas que salen , espontáneas, de los que por aquí se pasan…, a menudo.
Nos tienen como decoración de alto lujo. ¿Qué más quieres?
Yo también ando algo dolido como tú. Me han dejado de igual manera, con medio cuerpo dentro y otro medio fuera, ¡ y la empuñadura entre las piedras! Pero, como no tengo riego en la cabeza le saco la parte buena. Si llegara a tener sangre en el cuerpo ya estaría muerto. Miré la vida del derecho , ahora la contemplo del revés.
El paraguas no paraba de hablar sin dejar meter baza alguna al violín. El violín se calló sus carcajadas y lamentos al tiempo que, le retiró la palabra sin decir más que, lo dicho.
Por ambos, el paso del tiempo hizo más mella en sus estructuras y colores , pero en su conjunto, lucían para muchos, más atractivos tales diseños y aumentaba, por arte de magia, su valor para los dueños.
De repente, al violín, se le da por recriminar al que escribe, y necesitando de atención…, dice:
-¡Esta es mi historia, mal escritor! El paraguas no se calla nunca. Habla mejor que yo y recibe mejores atenciones. ¡No me mientes más al paraguas que, por el oído que me queda, oigo hasta, a Dios!
Para el pobre violín, el paso del tiempo le sentó peor si cabe que al…, sólo quedaba un trozo de sí mismo pegado al amuro de piedra. El violín perdió el resto de las cuerdas o pelos, según se vea, y, nuevamente ¡el violín!, se preguntaba entre risas o lágrimas, por qué estaba allí.
El violín, falto de personalidad, repetía una y otra vez más, su letanía.
_ Ya no me quedan cuerdas y no tengo sonido. ¿Me muero ahora o lo dejo para mañana…? Mejor me duermo un ratito. Mañana no te lo cuento que, mañana, ni me lo explico.
(Imagen personal de portada).
Novoartess: P&c
Las palomas se resguardan de
los palomares de lujo, vacíos.
“ Tarde de alborada ”
Un templete vacío de postín.
Gravilla crujiente de un parque
que pisándola se vuelve parda.
El cielo azulón se esconde
las grises nubes se imponen
haciéndose, de notar, en el agua
de un estanque en letargo.
Vientos contrarios se enfrentan.
Mientras el plumaje de las aves
prepara una primavera, con salsa.
Las palomas se resguardan de
los palomares de lujo, vacíos.
Los bancos del parque, con verdín
con líquenes amarillos y blancos .
Una imponente farola despliega
sus brazos a la vida cogiendo aire
invitándote a descubrir su mansión
estancias, laberintos, balconadas.
En lo alto del parque contemplas
al asombroso y dulce río Miño
al ritmo de un tiempo que tú,
decides cómo tener que marcarlo.
(Fotos personales en la entrada)
Novoartess: P&c
La belleza y lo efímero.
Foto ,muy personal, de entrada.
Las camelias entraron en depresión.
Las mimosas quedaron compuestas y sin novio.
Los magnolios no faltaron a su cita aún con pocas ganas acudieron.
Y, quise agarrarme a una cata de primavera.
Mi primavera fue exuberante tan solo por unas horas.
La olor la puedes guardar en algún lugar del instinto.
La belleza no dura más que pocas horas sobreviviendo a duras penas.
Uno no se puede apropiar de lo que es libre por naturaleza.
La belleza es particular, especialmente caprichosa.
Contemplas ese ramo de flores bellas y aromáticas con orgullo.
Parpadeas y… , solo queda el recuerdo de una instantánea.
La belleza, tan efímera como arrogante dice:
_ ¡No me dignificas!
Novoasrtess: P&c
Una escena…
“Los telones se caen”
Y las flores me susurraban
con un canto de
sirena:
sube a la montaña,
tirate en la arena,
cúbrete con un manto
de hierbas frescas.
Menta,tomillo,azucenas…
Las escenas se
acaban pronto.
El telón cae o se pliega.
Foto personal de la entrada.
Novoartess: P&c