«Centelleas»
“Centelleas“
Bajo el viejo pincel centellean las estrellas, las estrellas centellean. Bajo un moisés de madera de hoz se olvidó de ti la vida. Se olvidaron de ti, todos. Y aquellos tus sueños se fueron.
Suenan ya las nanas que despertarán al moisés. Y la bajocubierta, entera, ha de volverse un cuento que abarcará el alma tuya buscándote por todo el universo. Ese universo de artista que dejó tanto amor sembrado; el que ahora se hunde entre sueños como un barquito a la deriva.
Ahora sí interesan los trozos de su gran alma y, tan menuda.
Y te fuiste…,invisible tú, para dejar por doquier tu simiente que se hubo de quedar en un sótano desordenado, descolorido, triste y callado.
Hoy con audacia o sin ella los más cercanos a tu estirpe, que no tu simiente, representada en madera, lienzo o papel, están mordiendo las telarañas de tu nido. Están echando cuentas en el sótano tan fresco que dejaste. Planean, confabulan y estornudan. Hoy y mañana también lo han de hacer, mientras devorarán tus virtudes.
Y caminarán famélicos, insaciables, sin divertimento, impenetrables y carentes de ilustración, sin lustre propio.
Y no valías nada porque perdías el tiempo. Y no lucían nada, los tuyos cuadritos; cuadros, colores dispersos.
Y ninguno de tus pinceles fue regalado por las sombras que dejaste.
Y la paleta de aquellos colores sería una tabla rota, sucia y vieja; un invento de tus carencias.
Y tú, sólo tú diste resplandor al sótano sombrío que en estos momentos sórdidos, lo derrumban sin remedio.
Luce un viejo pincel bajo la luz que no centellea y, he ahí: estrellas de mil colores sobre un moisés de falsa madera que te expone a la ligera. He ahí tu, sueños y quimera. He ahí los que opinan sin orden y sin certeza alguna. He ahí, los que te veneran de muerto, cuando en vida no te vieron; ni siquiera en tu bajocubierta o en tu sótano de dispersos colores que centelleaban como un universo..,estrellas.
María Preciosa cabral Pérez


