“Estancarse”
Me ciega el sol cuando asoma limpio o turbio
y creo te encuentres a mi derecha.
Me resisto al dulzor de la vida, soy pertinaz.
Y regreso a lo dogmático, aunque duela,
y me reclama el tormento en la flaqueza,
y madrugo para llorar con el alba, la ausencia.
Y se remueve lo soterrado de los recuerdos
flotan en el aire reminiscencias, reminiscencias…
de momentos cargados de Júbilo y delirio;
tantos se fueron, como veces que me regresas.
Y, sin pena ni gloria, se evaporan las lágrimas
de los ojos que añoran lo que nunca fue suyo.
María Preciosa Cabral Pérez


