
Imagen modificada de Pinterest. Imagen de la entrada, bajada de la misma plataforma. Un guiño navideño que ya no tiene mucha sustancia.
Las notas se calleron
De la pared hasta el suelo
Volaron por la habitación
Se posaron en mi pelo
En un álbum de recuerdos
Sobre un traje de princesa
Princesa de los mil cuentos
Mis dedos frios, recios
Se deslizaban sin remedio
Notas, acordes clavados
Teclas de piano eufóricas
Lloraban de júbilo enfermizo
La habitación deslumbrante
El alma mía se desmoronó
Mostrando mi chulería
Con tal postura retorcida
Acabando perjudicada
Tanto como cuando nací
Seria retorcida por siempre
Mientras, sigo pendiente
De los compases de la vida
Disfruto de las notas tibias
Mientras escurro lamentos
Creo una tremenda fisura
Sin interpretar por alguien
Más que por uno mismo.
María Preciosa Cabral Pérez


